¿Claro u oscuro? ¿Neutro o color?
Te ayudamos a inspirarte para tomar la mejor decisión
1. ELIGE EL COLOR EN FUNCIÓN DEL TAMAÑO DEL SALÓN
Siempre que quieras cambiar el sofá debes tener en cuenta el espacio para saber elegir el tamaño así como el color. Si tu espacio es pequeño, lo mejor es apostar por colores cálidos como un terracota suave o maíz, blancos y grises claros o beige, ya que ayudan a crear una sensación de amplitud. En el caso de que tengas un salón amplio, puedes permitirte incluir colores más oscuros.
2. LOS NEUTROS COMBINAN CON TODO
Los tonos neutros como el beige, el blanco o los grises son los colores más habituales en un sofá. Esto se debe a que sin duda, son colores mucho más fáciles de combinar. Además, al ser colores suaves y atemporales no cansan con tanta facilidad y podemos cambiar el entorno con piezas más pequeñas como almohadones u objetos de decoración.
3. COLORES OSCUROS Y EL SIEMRE VIGENTE GRIS
En el caso de que seas de los que optan por el gris u otra tonalidad oscura, ten en cuenta la iluminación de tu espacio, y los colores de las paredes. Procura que sean siempre ambientes bastante luminosos y paredes en tonalidades claras.
4. TONOS CLAROS: ¡SÍ, ES POSIBLE!
¿Por qué no? Aunque tienen fama de ensuciarse con facilidad (en realidad se nota más, ella siempre está ahi L) cada vez hay más tejidos en colores claros que se pueden limpiar fácilmente con un paño húmedo y sin tener que recurrir a cambiar por completo las fundas o productos mágicos.
¿Cuáles son estos tejidos? Aquellos que cuentan con una alta composición en poliéster, son buenos aliados como por supuesto los todo terreno a prueba de agua que evitan su absorción ante un accidental derrame.
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